Leire, la monitora
El lunes 23 de junio, teníamos programado en la asociación un taller de “Iniciación al masaje y Automasaje ”, como el titulo pintaba bien, y al final un par de personas no pudieron venir, pues decidí entrar al mismo y así además poder daros mi opinión.
Como otros talleres dedicados a iniciación al yoga, la relajación, ejercicios circulatorios, etc impartía el curso nuestra socia Leire Barahona que además de fisioterapeuta estudió varios años en China acupuntura y osteopatía y ahora tiene una consulta donde se dedica a la rehabilitación funcional, lesiones deportivas, drenaje linfático, osteopatía, liberación somato emocional, masajes terapéuticos, etc
Estuvimos un grupo de 9 personas y el taller fue totalmente práctico, desde el minuto uno hasta acabar dos horas después (media hora más tarde de lo programado, pero como estábamos encantados de la vida pues decidimos quedarnos otro ratito)
Aprendimos a entender y escuchar un poco más a nuestro cuerpo, a comprender que muchas lesiones musculares vienen por nuestra situación emocional de nervios, tensiones, angustia, tristeza, etc que hay que aprender a manejar y liberar esas tensiones y sobre todo a mimar nuestro cuerpo, por ejemplo dedicando unos minutos a cuidar nuestros pies que soportan nuestro peso todos los días y nos llevan de un sitio a otro y que sin embargo muy pocas veces se lo agradecemos, eso es fácil…tras limpiarlos, podemos aplicar un poco de crema hidratante y acariciarlos lentamente o un poco más enérgicamente (como más nos guste) dando vueltecitas a cada uno de sus dedos, rascando los talones, haciendo círculos por la planta…. También aprendimos a hacernos un automasaje facial muy relajante para esos días que tenemos más estrés y parece que la cabeza nos va a estallar, acompañado de inspiraciones y expiraciones suaves y acompasadas conseguimos relajarnos y sentirnos muy bien; pienso repetirlo muchos días viendo la tele con la cara bien limpia antes de acostarme.
Luego llegó el momento de por parejas, iniciarnos en dar un masaje relajante de espalda y cuello, fue muy gratificante y la verdad es que no lo hicimos nada mal siguiendo las indicaciones de Leire. Terminamos la sesión aprendiendo a dar un masaje con dos pelotas de tenis, una técnica súper sencilla y a la vez muy placentera. Recomiendo este tipo de talleres a todo el mundo, es muy gratificante a la vez que práctico aprender a relajarse, cuidarse y quererse un poco más a uno mismo, sobre todo a los que por su trabajo, obligaciones familiares, situación personal, etc soportan un estado de cansancio o nerviosismo.
Rocío Soloaga
