Cuando me enteré que yo era un diabético tipo 3, no pude más que alegrarme. Al fin y al cabo, así compartía con mi novia algo más que preguntarle e interesarme por sus glucemias, hacer de cuidador, aunque eso a ella no le gusta mucho, ya lo sé. Esto de ser un tipo 3 está muy bien, no hay nada inventado ni escrito para esta “tipología” y eso nos permite que todos los que somos cercanos a un diabético tipo 1 o tipo 2, nos podamos comportar sin que tengamos que “cumplir” con una serie de requisitos.
Algunos consejos que en mi modesta opinión puedo dar a un recién “debutado” diabético tipo 3 y que encima es su pareja son los siguientes:
- Infórmate tanto o más que ella, así hablarás en su mismo lenguaje
- No te asustes tanto ante sus primeras hipoglucemias, muéstrate preocupado pero preparado para ayudarle con sus primeras ingestas de los famosos sobres de azúcar primero y un poco de hidrato de absorción lenta después (pero sin pasarse…)
- En la medida de lo posible, no digas eso de “jamás volveré a comer no sé qué delante de ti” (para no darle envidia). Así, alimentas su presión de que parece que te obliga a comer cosas que no te van demasiado. Es mucho mejor que pienses en qué va a mejorar tu dieta adaptando algunas cosas, y sobre todo, poco a poco
Y….por último, tu chica no es Superwoman y seguramente tendrá recaídas, sobre todo, emocionales, ahí tu papel es fundamental para que sea capaz de reactivarse y reiniciar las buenas costumbres.
Aitor Cuevas