Home » Artículos » La importancia de la gotita

La importancia de la gotita

Y con ese título no me refiero a cuestiones urinarias, sino a la gota de sangre del análisis capilar de glucosa. La que extraemos en el dedo para saber nuestra glucemia con el medidor de bolsillo. Eso que los diabéticos tipo 1 hacemos un montón de veces al día porque es nuestra única manera de controlar la enfermedad.

Pues bien. Seguro que más de uno de vosotros se ha preguntado alguna vez (yo sí lo he hecho): ¿tiene alguna importancia que use la primera gota de sangre que sale de mi dedo o valen también las posteriores? Como en esta vida hay estudios para todo, este tema no podía ser menos, y la poderosa ADA (Asociación Americana de Diabetes) lo hizo en 2010. En él se manejaron las distintas variantes al respecto, según se utilice la primera o la segunda gota y todo ello en situaciones diversas:

  1. Sin lavarse las manos.
  2. Después de manipular fruta (manzana o plátano).
  3. Después de lavarse los dedos tras haber tocado fruta.
  4. Después de aplicar diferentes presiones sobre el dedo (apretar para sacar la gota).

– Si no se lavaban las manos, hubo al menos un 10% de diferencia comparado con el control en relación a la medida de la primera y segunda gota.
– Si se expusieron a tocar fruta antes, se encontró un 10% o más de concentraciones de glucosa en la primera gota en el 88% de los pacientes comparado con el control.
– Si se procedió a lavarse las manos tras manipular fruta, se encontró que un 4% y un
5% de los estudiados mostraron diferencias superiores a 10% en las concentraciones de glucosa en comparación con el control.
-En cuanto a las diferentes presiones sobre el dedo, muestra que la concentración de glucosa se incrementa cuando la presión crece.

En conclusión, la primera gota de sangre puede utilizarse para medir la glucosa, pero sólo después de lavarse las manos y secárselas bien. En caso de no lavarse las manos, se puede utilizar la segunda gota, siempre que no se haya manipulado frutas antes, no importando que dedo se utiliza. Y en todos los casos, hay que evitar siempre presionar el dedo para sacar la sangre, ya que proporciona lecturas engañosas.

Así que… que levante la mano quien no se haya apretado el dedo más de una vez para sacar la puñetera gotita. De hecho, a veces nos empleamos con auténtico empeño en esta tarea, y apretamos como cuando quieres aprovechar hasta el último resquicio de esos sobrecitos con cremas buenas que te dan en la perfumería y exprimes el sobre como si dentro tuviera oro. Y ¿quién no se ha hecho una medición tras haber tocado cosas dulces? O con las zarpas sucias. Es más, yo lo preguntaría al revés. ¿Es que acaso hay alguien que se desinfecte con alcohol o se lave las manos con jabón cuando va a hacerse una medición? porque en mi opinión, creo que la mayoría pertenecemos al grupo de los pecadores. Quizá algunos de nuestros expedientes X puedan deberse a estas mediciones erróneas. Quién sabe…

Oscar López de Briñas Ortega
@oscarbrinas

Fuente: estudio sobre la primera o segunda gota de sangre

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *