Un estudio publicado en el nº 23 de la revista Annals of Epidemiology del presente año y liderado por la Dra. Emily D. Parker de Minnesota, fue llevado a cabo en una muestra de 72.215 mujeres postmenopáusicas. Se analizó la dieta de las mujeres al inicio del estudio, mediante un cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos en el que se incluían preguntas relativas al consumo de pan y otros cereales. Se clasificó a las participantes en función de que el consumo de cereales integrales fuese nulo, inferior a 0,5 raciones/día, de 0,5-1 raciones/día, de 1-1,5 raciones/día, de 1,5-2 raciones/día, o de 2 ó más raciones/día
Durante el seguimiento se realizó un sesión anual, en la que se preguntó a las mujeres, si habían sido diagnosticadas de nuevo con diabetes Tipo II. La tasa de incidencia de Diabetes Tipo II en el colectivo estudiado fue de 63 por cada 10.000 personas/año.
El consumo de cereales integrales entre las participantes fue más bien escaso de una media de 1,1 raciones/día; las que hicieron más consumo de integrales presentaron un menor riesgo de padecer diabetes Tipo II. Además el riesgo se redujo incluso en consumos más bien bajos de pan integral.
