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Alimentos indeseados

He leído en prensa que a lo largo de nuestra vida y especialmente durante las noches, cada humano se come una media de 8 arañas. Y yo, que he sido toda mi vida un auténtico mico de manual (ahora he pasado a ser sólo un laminero), me revuelvo ante semejante afirmación. ¿cómo se sabe que me he comido 8 arañas? ¿y de qué tamaño? porque aún recuerdo un animal -que yo creo que aquel ejemplar era marisco en vez de arácnido- que tuvimos que reducir en mi casa del pueblo hace ya unos cuantos años. Pero bueno, a lo que iba. Esta cuestión de los alimentos que no hemos sido conscientes de comer me hace pensar en la cantidad de “cosas” que hemos podido comer a lo largo de nuestra vida y que no formaban parte del menú. En restaurantes con higiene discutible… en alimentos comprados en el super… cómo! que no me creéis? pues mejor que no viéseis el bicharraco que me salió en un paquete de esas ensaladas preparadas  hace unos años. Aproximadamente diez cm. de gusano. Casi como un billete de 5 euros. Y ese fue el segundo. Porque tan sólo un mes antes había encontrado otro tipo de gusano; esta vez semi transparente y más pequeño.

Nadie nos enteramos de esas arañas que dicen que nos comemos a lo largo de nuestra vida. Y es cierto que la gente a la ensalada le echa de todo, pero llamadme tradicional; a mi no me gusta echarle según qué cosas. Aún recuerdo mi reacción; gritos y vueltas en círculo por la cocina con brazos en alto y emitiendo ininteligibles chillidos muy parecidos al del mono aullador de Méjico.

Muy probablemente no nos pasa nada cuando nos comemos algún bicho, y de hecho, estos y otros bichos peores forman parte de la dieta en otras culturas de lejanas latitudes, y por lo que dicen, son sanos y fuente de proteína. Pero nosotros somos como somos, y aunque tenemos nuestras comidas “raras” a ojos del extranjero (morcilla, sangre, criadillas, etc.), no podemos evitar morirnos de asco ante la sola idea de comer algo así. A mi por entonces me entró terror. Terror por la cantidad de posibles anélidos que podía haberme tragado en las ensaladas y por las múltiples arañas ingeridas supuestamente mientras dormimos. Pero ahora al leer esa noticia, pienso… la verdad, prefiero jalarme 8 arañas durmiendo que un bicho cenando. Me acuerdo entonces del acertado refrán que dice aquello de “el que no ve, no sufre”. qué cierto…

Oscar López de Briñas Ortega

2 respuestas a Alimentos indeseados

  1. Rocio dijo:

    ¡ Que asco por favor! ja,ja,ja yo la verdad es que soy mas de un filete normalito a la hora de comer proteinas.

  2. Totem dijo:

    Madre mía Oscar, que yo soy una de esas “vagas” que no acostumbra a lavar las ensaladas de bolsa, que bajón.

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