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Mi día a día con el medidor continuo DEXCOM Seven (cap. 2)

Cuando colocas el sensor por primera vez, debe calibrarse  y ese proceso dura dos horas. En la foto puede verse cómo está finalizando ese período, viéndose una barra de progreso de la operación (arriba a la derecha), así como la hora actual y el modo de pantalla que está seleccionado (las 3 últ. horas). La gráfica muestra esas 3 horas, en las que no hay datos porque está calibrando. y la zona negra de la izquierda es la que aún le falta del proceso. según se va completando, la parte oscura va apareciendo blanca.
abajo a la derecha está el indicador de cobertura (ahora dice que tengo conexión con el sensor, si la pierde me pitará) y la carga de la batería (dura unos 4-5 días máximo el receptor).

Una vez que el aparato ya ha empezado a tomar mediciones (lo hace una vez cada cinco minutos), ya tiene un “histórico” y empieza a dibujar la curva de glucemias desde que ha empezado a funcionar. Aquí se puede ver cómo estaba subiendo y la curva ha empezado a bajar cuando me he chutado 4 unidades de insulina.

La flecha debajo de la cifra de glucemia indica la tendencia. ahora está estable, por eso señala en horizontal. eso es el dato quizá más útil de este aparato, pues te permite anticiparte a los acontecimientos.

Mi primera noche con él fue un auténtico suplicio, al igual que lo fue (por distinto motivo) la del Guardian RT de Medtronic. Continuamente me estaba vibrando y pitando, para decirme que tenía la glucosa baja, que estaba en hipo, que tenía glucosa baja, que la glucosa estaba baja, que estaba bajo… ya ni siquiera era capaz de medirme y ofrecerme una cifra de glucosa. Al final, harto ya de los avisos (como NO se pueden quitar), me he levantado a medirme… y cuando el aparato me decía que tenía 55, yo tenía 106!!! así que sólo me he comido una galleta (1 ración de HC) y a la cama. Siguió pitando toda la puñetera noche y al levantarme, tenía una glucemia sanguínea de 66. Eso me dejó un poco frío por la inexactitud de la medición, pero era el primer día y según dicen, las mediciones mejoran con el paso de los días.

En esta otra foto se puede ver cómo me estaba yendo la mañana. Las rayas discontinuas son los márgenes de la horquilla de valores deseables (100-200, personalizable). Dónde hay que firmar para esto sea siempre así? 😀

La segunda noche me fue mejor, aunque también me pitó (esta vez sólo en una ocasión) avisándome de hipoglucemia. Al levantarme y medirme, el Dexcom me daba un valor coherente, casi similar a la glucosa sanguínea, así que esta vez se ha portado aparentemente bien en su precisión.

En estos escasos 3 días he ido ya viendo cositas que no me gustan y restan satisfacción de uso. como su software excesivamente simplón, su escasa resolución de pantalla (aunque es mejor que la del Guardian), su botonera imprecisa, el excesivo tamaño del receptor…

Una situación para la que me encanta tener este tipo de aparatos es el deporte. Situación en la que de momento, se ha comportado muy bien. la sesión de gimnasio fue positiva porque el sensor y el receptor no me molestaron nada. Mucho menos que el del Guardian. El receptor se portó perfectamente, no perdiendo la señal en ningún momento y aunque con su lógico retraso, fue divertido ver cómo iba bajando la glucemia según pasaban los minutos, con la consiguiente tranquilidad que eso proporciona.

En esta foto pueden verse el sensor y el emisor, ambos tapados con el film Tegaderm de 3M, un adhesivo ultrafino que ayuda bastante a que el conjunto no se despegue. El adhesivo original es el que se aprecia en la foto en color blanco; circular. Y el añadido es el transparente, que lo cubre todo por encima. Esta imagen es tras dos días uso y tras el paso por el agua de la ducha y el gimnasio.

Pasados tres días, he decidido volcar los datos para poder echar una ojeada al programa, que me ha gustado por ser muy completo. Dispone de todas las posibles combinatorias de datos cruzados y por tanto, no hay nada que se te pueda escapar. Muy interesante especialmente la función “tendencia de glucosa” que la muestro en esta foto. en ella se superponen las gráficas diarias de distintos días para establecer patrones, que al final es lo interesante de este tipo de aparatos.

Y para acabar con esta segunda entrega, cuando escribo estas líneas ya han pasado 4 días y hoy he tenido que ponerle un segundo adhesivo Tegaderm 3M sobre lo que ya tenía pegado, porque uno de los lados del conjunto se me estaba empezando a despegar y el agua se colaba hasta el interior del sensor. Aunque está preparado para sumergirse en agua, da bastante miedo dejar que sea solo el adhesivo circular del sensor el que sujete el conjunto, sobre todo cuando quieres que eso te dure ahí pegado 14 días. Este es, sin duda, mi mayor miedo y el gran punto débil de este tipo de aparatos.

Oscar López de Briñas Ortega
@oscarbrinas

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