Llevo muchos años vigilando mi diabetes en el Dpto. de Endocrino del Hospital de Basurto, donde siempre me han tratado estupendamente bien y no tengo más que buenas palabras para ellos a nivel profesional y personal, tanto para mi endocrino como para el resto del personal que compone esa sección. Pero hay una cosa de la que debemos quejarnos como pacientes diabéticos y que causa importantes perjuicios a los pacientes, habiendo recibido ya en nuestra asociación algunas quejas al respecto además de la mía propia: la recogida del material para nuestro control; tiras reactivas, agujas y lancetas. Debido a los problemas físicos de espacio de los que adolece ese departamento, el lugar en el que las educadoras guardan el material es mínimo, lo cual obliga a no poder cumplir uno de los derechos que todo paciente tiene (en el caso de la diabetes): que se le proporcione TODO el material necesario hasta su siguiente consulta. Y por ello, sólo se te proporciona material en cantidades muy limitadas (en mi caso para unas tres semanas), lo cual obliga a los pacientes tipo 1 a tener que realizar numerosas y constantes visitas a la consulta. Eso supone un engorro y un grave perjuicio del que no es culpable nadie en ese departamento de endocrino, sino el Hospital de Basurto, a cuyos responsables me dirijo con esta carta pública para que den solución a ese problema que causa importantes molestias a las personas que tenemos que acudir allí constantemente para recoger el necesario material para el control de nuestra enfermedad.
Asimismo, aprovecho para solicitar a los responsables de compras del Hospital de Basurto que DEJEN DE COMPRAR LAS AGUJAS INSUPEN, un producto de una calidad ínfima que es objeto constante de quejas de nuestros socios. Una marca que ostenta un lamentable historial de problemas en todas y cada una de las comunidades autónomas en las que se ha estado dispensando. Desde la Federación de Diabéticos Españoles se ha trabajado durante años en intentar erradicar este producto de las decisiones de compra de los hospitales, y aunque se ha ido consiguiendo, aún quedan lugares en los que se sigue atendiendo erróneamente a criterios únicamente económicos y se olvida por completo al paciente, que tiene todo el derecho a pincharse con un material de calidad que no se le obstruya la insulina, ni se le rompa. Desde aquí invito al Responsable de Compras del Hospital de Basurto a que se pinche con una aguja de INSUPEN y a continuación, con otra de BD y me intente después justificar a las primeras.
Como siempre, finalizo recordando que todos los socios que tengáis este problema que aquí os relato, es conveniente que lo dejéis por escrito en Atención al Paciente del Hospital. Para Osakidetza, si no hay reclamaciones escritas, no hay problemas. Y si no hay problemas, nada se mejora.
Oscar López de Briñas Ortega
@oscarbrinas
Las agujas Insupen se dispensan regularmente en Galicia durante más de tres años sin ninguna queja. Muchos pacientes se pinchan 3-4 veces al día sin manifestar problemas. La sensación de dolor es subjetivo y no se puede comprobar.