Si algo tiene claro la pamplonesa Susana Ruiz Mostazo es que tanto para avanzar en la vida como en el conocimiento de las enfermedades hay que experimentar. Y esta filosofía le ha permitido, a pesar de ser diabética, asumir desafíos en sus expediciones por la montaña. Ahora prepara un viaje al Himalaya, al campo base del Everest, con el apoyo de un equipo de telemedicina gracias al que los profesionales que le atienden habitualmente controlarán su estado a distancia. Dentro de su preparación al viaje, ya está poniendo a prueba el equipo médico necesario para llevar a cabo su desafío. “El objetivo es poner el sistema en una situación un tanto extrema”, afirma. Y no le importa ser ella quien lo experimente. “Podría servir para otras situaciones. Por ejemplo, para que los padres que envían a sus hijos diabéticos a las colonias sepan cómo está el niño o para personas mayores que viven en pueblos alejados y que necesitan un control”.
Autodidacta
Susana, socia de ASVIDIA, vive en Vizcaya por motivos laborales. Cuando tenía once años y vivía en Tudela, le diagnosticaron diabetes. “Siempre me ha gustado hacer deporte, pero comencé con la montaña hace una década”, explica. Su condición de diabética no le ha frenado y hace un tiempo empezó a pensar en viajar al Himalaya. “Un sueño”, afirma. Rebuscando por internet para informarse sobre su enfermedad en esas circunstancias, entró en contacto con la empresa Menarini Diagnosticos, especializada en sistemas de telemedicina. “Les propuse probar el sistema en esta situación, a 5.500 metros”, afirma. Básicamente el sistema consiste en una aplicación que permite enviar los datos de su sangre, que obtiene con un glucómetro, vía bluetooth a su equipo médico. “También se lo propuse al equipo, dos endocrinos y dos educadores, y les pareció muy bien. Les servirá para investigar”, dice. “Siempre he pensado que los diabéticos tenemos que ser los primeros en ayudar a la investigación. Quien tiene más información sobre la enfermedad eres tú mismo y eres el que más información puedes dar”.
Ruiz tiene previsto practicar trekking (senderismo por la montaña) durante 18 días, entre el 5 y el 27 de noviembre. En ese tiempo, quiere llegar al campo base del Himalaya y recorrer unos 200 kilómetros, a razón de 12 o 16 diarios. Durante este tiempo, recogerá los datos de su sangre para su análisis y podrá saber, por ejemplo, qué cantidad de insulina precisa, ya que a esa altitud la insulina tarda más en hacer efecto, así como también poder conocer si su cuerpo responde sin problemas. De hecho, Ruiz no se ha quedado en el sistema de telemedicina y también probará un nuevo dispositivo que le mide constantemente el nivel de azúcar en sangre. “Es importante para un deportista porque se ve la tendencia y ayuda a anticipar una hipoglucemia”, dice. Asimismo, podrá probar un tipo de cartera especial de transporte de insulina para mantenerla en la temperatura adecuada sin que se congele ni deteriore. En su preparación, la deportista ha conseguido apoyo de otro tipo de empresas que le proporcionarán la equipación. “Hace cinco años ni se me pasaba por la imaginación una idea así”, asegura. ¿Y subir el Everest? “No lo sé”, añade. “Voy paso a paso pero no cierro las puertas a nada. Por ahora estoy muy contenta”. No hay ninguna meta para una persona con diabetes. Y nuestra socia Susana Ruiz lo tiene muy claro. Esperaremos ansiosos la resolución de su aventura.
