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Tomar determinadas frutas enteras se ha asociado a un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2

descargaUn estudio realizado por el profesor Qi Sun, del Departamento de Nutrición en HSPH (Escuela de Salud Pública de Harvard) y publicado el 29 de Agosto de este año en BMJ (British Medical Journal) ha revelado que la ingesta de mayor cantidad de frutas enteras, especialmente arándanos, uvas y manzanas está asociado con un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2

Este estudio es el primero en fijarse en los efectos de algunas frutas individualmente en el desarrollo de diabetes tipo 2.

Los datos se recogieron entre 1984 y 2008 de entre 187,382 participantes. Se descartaron en un principio aquellos con diagnóstico de diabetes, enfermedades cardiovasculares o cáncer.

Los resultados mostraron que 12,198 participantes (6.5%) desarrollaron diabetes durante el período de estudio. Los investigadores se fijaron tanto en el consumo en el total de fruta, como en el consumo de algunas frutas en particular como uvas o pasas; melocotones, ciruelas o albaricoques; ciruelas; plátanos; melones; manzanas o peras, naranjas; pomelos: fresas y arándanos.

 La gente que comía al menos dos raciones cada semana de ciertas frutas enteras, en particular arándanos, uvas y manzanas reducían el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, hasta un 23% en comparación con aquellas que apenas comían 1 ración al mes.

También estudiaron el efecto de tomar zumos de ciertas frutas. En particular, aquellas que consumían 1 o más raciones de zumo de fruta al día elevaban el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en un 21%. Esto está relacionado directamente con el alto índice glucémico de los zumos de frutas, que pasan mucho más rápidamente al sistema digestivo que si se toma fruta entera, rica en fibra, y elevaba así el riesgo de diabetes.

Una de las razones que pueden explicar los beneficiosos efectos de algunas frutas en particular, parece estar en las antocianinas,  pigmentos que se hallan en las vacuolas de las células vegetales y que otorgan el color rojo, púrpura o azul a las hojas, flores y frutos. El interés por los pigmentos antociánicos se ha intensificado recientemente debido a sus propiedades farmacológicas y terapéuticas, como la reducción de la enfermedad coronaria, efectos antitumorales e antiinflamatorios. Los estudios deben continuar para determinar qué componentes están relacionados con el riesgo de diabetes.

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