Esperanza en tiempos de crisis.
Por fin, fin de semana, tiempo para estar con la familia, sin prisas. Un buen desayuno y la prensa del fin de semana sobre la mesa, una de mis aficiones favoritas, mis 30 minutos de la semana para mí, solamente para mí. Música en la radio y abro el suplemento semanal de un conocido periódico vasco. Leo en su página 30, Google y las lentillas inteligentes. Yo todavía no me he calzado las mías. ¿Será una nueva marca, una nueva versión…? Solamente los usuarios de lentillas sabemos el marketing y cambios de estilos y marcas que las ópticas te ofrecen cuando tienes que renovar tu pack. Yo todavía no me he puesto las mías, pienso.
Sorpresa, las lentillas no son como las hbituales, son destinadas a medir el índice de glucosa en las personas con diabetes, dicen poder medir el nivel de glucosa en sangre a través de las lágrimas. El artículo promete. Ofrecen una medición continua y además evitan eso que todos los padres de niños y niñas con diabetes nos fastidia tanto tener que enseñar y someter a nuestras hijos e hijas, el maldito pinchazo en el dedo. El artículo, sin exagerar, recuerda que la diabetes afecta a una de cada diecinueve personas de nuestro planeta y acertadamente ubica el control de la enfermedad y sus consecuencias en el control del índice de glucosa y la toma de decisiones al respecto. Parece que el periodista esta vez no va mal encaminado. Igual no es una falsa ilusión, como muchas otras veces.
Menciona con respeto, no siempre acto común en la prensa cuando trata de la diabetes, de las alteraciones de glucosa, lo hace de forma sencilla, destinado a profanos en la materia. Las lentillas en definitiva parecen tener incorporado un chip inhalámbrico y un sensor de glucosa entre dos capas de material de lentes de contacto, y además de las blandas.
Por fin, algo inteligente y esperanzador en época de crisis. Me pregunto: ¿tendrá futuro? ¿serán capaces de invertir los grandes dioses de los laboratorios en este invento? ¿se darán cuenta de la ayuda y utilidad del invento, o seguirá primando el gasto sanitario, la crisis económica y otras mil razones, con en muchos intentos anteriores?. Con cautela, pero con esperanza. Ya sé que tenemos lo que tenemos, que hemos avanzado y mucho, tan solo con hablar con algún diabético con varias década de trayectoria para reconocer las ventajas de los medidores, plumas, dispositivos,bombas… pero no demos la espalda a la innovación, y menos ahora, que parece que lo único que nos parece importar a la sociedad es rentabilizar el euro.
Juanan Martínez.
