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Ese Pankreas

Angry_bird_angry_orang_bird_Estaba programada para ayer y hoy jueves, una obra de teatro en euskera de Patxo Tellería en el Teatro Arriaga, llamada “Pankreas“. La verdad, es que tengo curiosidad por verla, ya que la sinopsis resulta muy atractiva. Fijaos, son tres amigos y uno de ellos necesita un trasplante de páncreas. Ya se te va ocurriendo eso de, vaya, un transplante, ¿entonces se puede curar?. Otro de los amigos, lleva años anunciando en las redes sociales que en cuanto cumpla los 60 acabará con su vida, para esquivar el Alzheimer al que parece que está condenado a padecer por genética. Y el tercero (éste sí que es listo) junta una noche a estos dos y le propone al de 59 años que adelante un año su propósito para que pueda donar su páncreas al primero de todos.

 ¿Por qué me llama la atención? Es la primera vez que veo en un cartel de espectáculo el nombre de nuestro maravilloso órgano de marras, el indómito páncreas, así, con letras de diseño, eso me ha llamado la atención, cuánta atención le prestan. Luego, veo que este órgano va a ser el elemento puñetero que use el tercer amigo para chantajear emocionalmente a los otros dos, ¿tanto les odiará?, ¿es una manera de librarse de ellos? Pero qué manipulador puede ser este órgano.

No en vano, la palabra páncreas proviene del griego πάγκρεας, compuesto por παν, “todo”, y por κρεας, “carne”, debido a su color carne. Vamos, que el “todocarne” es como el mazo decisivo de un juez que decide que tú sí y tú no y no le toques, que se pone nervioso.

Seguro que no entrarán en el “todocarne” así de esta manera en la obra de teatro, pero seguro que es el motivo por el que se afana la investigación en buscar nuevas técnicas médicas más allá de un transplante de páncreas, porque el “todocarne” se lo pone muy chungo…

Mariví Freire

@maribi56

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