Voy a contar una historia que a cualquier diabético le resultara familiar.
Todos hemos tenido que ir a una comida en la que no teníamos ni idea de que había de menú. Te sientas a la mesa y empiezas a pensar cuanta insulina me pondré, será este restaurante de poner raciones grandes o pasare hambre. Bueno al final haces pito, pito gorgorito a donde vas tu tan bonito y decides cuantos bolos te vas a poner.
A partir de aquí empieza lo gracioso. Ves como van sirviendo, comienzan por las mesas de alado, ves como llegan los platos y piensas todo eso no me lo como yo, bueno ya me toca el turno me como todo el plato pero veo que ya estoy bastante lleno, voy a por el segundo pero me doy cuenta de que me he pasado. Entonces es cuando pienso, llevas poca insulina para lo que estas comiendo y encima estas lleno, no voy a comer mas.
Entonces es cuando empieza el de alado a atosigarte con preguntas como:
¿No esta bueno que no comes mas? ,¿ porque no comes mas si tu estas delgado?, no como yo que fíjate lo que peso o, que suerte tenéis los delgados podéis comer todo lo que queráis sin engordar. Come, come que tu eres joven si te quedas con hambre te doy un poco de lo mió que no puedo mas. Poco a poco te vas cabreando, llegan los postres y ves que reparten una tarta que no la comes. Vuelve a entrar en acción tu vecino de cena y te dice, come come que esta muy rica, entonces es cuando le dices que eres diabético, y te contesta anda como mi cuñado, pero no te preocupes te tomas una pastilla y asunto arreglado. Por fin acaba la comida y ya te despides y te dice: que lleno estoy no tenia que haber comido tanto estoy tan lleno; que bien has hecho tu en comer menos .
Saludos muchach@s
Josu Gurtubay
