España ocupa el penúltimo puesto en Europa en el uso de las bombas de insulina, con un índice de penetración del 5%, quedando muy lejos del 15% de la media europea, según uno de los últimos estudios publicados en 2013. Esta diferencia refleja el uso insuficiente que se hace en nuestro país, de esta terapia tanto en edad pediátrica como en adultos.
A día de hoy, se ha demostrado que el empleo de bombas de insulina en pacientes en edad pediátrica mejora el control de la diabetes tipo 1 y reduce hasta en 4 veces el riesgo de sufrir hipoglucemias. Además, se reduce también el número de inyecciones, pasando de 5 pinchazos diarios a uno cada tres días. Por estos motivos, es importante trabajar por una mayor implicación de las administraciones públicas hacía un tratamiento que ha demostrado su efectividad en la mejora del control de la glucosa, la reducción de las hipoglucemias y el aumento de la calidad de vida de las personas que padecen esta patología.
Así las cosas, el poner al alcance de los pacientes con diabetes todas las herramientas y avances disponibles en la actualidad, contribuirá a garantizar un mejor control de su patología y a una mejor calidad de vida.
Noticia extraída de la web de la Fed. de Diabéticos Españoles FEDE disponible aquí.
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